18 de marzo de 2013

Francamente Mordzinski

© Daniel Mordzinski. Buenos Aires, San Telmo, 2008.

Ese que se repliega, ovillado en su propio personaje, que recibe la luz no como epifanía sino como agresión, quizá porque las lámparas supuran la verdad o una mentira justa, ese que llega tarde a su origen fetal, que se palmea el hombro como susurrándose a sí mismo «duerme, duerme», que hunde su cabellera en la omisión, ese tan colorido en sus ropas por pánico a la noche piel adentro, ese que busca enroscarse, enrocarse, abrazar a su sombra, ese que va callado a la palabra, que duerme media cara para salvar la otra media, que una vez dejó atrás una mesa vacía donde pudo perder jugando solo, ese que está tan pálido por no mirar al frente, que palpa en su camisa algún pliegue propicio, que le escatima un pie al azar, ese tan concentrado en ausentarse, en olvidarse de algo, en soñar lo que no hizo, ese cuya cabeza apunta hacia un agujero, ¿será más yo que yo? Sólo Mordzinski sabe.

[Tercera entrega del proyecto fotográfico-poético Cuerpos extraños, en colaboración con Daniel Mordzinski. Ver entregas anteriores: Alberto Barrera Tyszka y Pola Oloixarac.]